Esta es mi primera entrada al blog y se la vamos a dedicar a una gran diseñadora que en mi opinión no es tan conocida como debiera. Supe de su existencia por casualidad, a raíz de la realización de un trabajo sobre Le Corbusier, que es sin duda uno de los grandes diseñadores y arquitectos del siglo XX. Y lo que más me sorprendió fue descubrir que muchos de los diseños de muebles que conocemos actualmente de Le Corbusier fueron creados por nuestra protagonista de hoy.

Charlotte Perriand, arquitecta y diseñadora, nació en Paris en 1903, y era hija de un sastre y una costurera. Tras graduarse en 1925 en la escuela de L’Union Centrale de Arts Decoratifs de París, se presentó personalmente a Le Corbusier para pedirle trabajo. En un primer momento la respuesta del arquitecto fue la famosa frase “aquí no bordamos cojines”. Frase, cuando menos, desafortunada. Afortunadamente, el primo y colaborador de le Corbusier, Pierre Jeanneret, tenía otro talante e insistió en que le conociera y le llevó la obra expuesta de Perriand, “Bar bajo el tejado”, en el salón de otoño de Paris 1927. Le Corbusier se quedó gratamente sorprendido por el espacio interior de luz, aluminio y cristal; Charlotte lo había diseñado como un espacio donde pasar el tiempo con sus invitados en forma de bar dentro de su propia casa.

Hasta entonces, Le Corbusier había amueblado sus espacios con objetos que no eran de su autoría: a partir de ese momento Charlotte Perriand y Pierre Janneret se encargarán del diseño de mobiliario. Esta relación profesional se prolongó durante 10 fructíferos años, hasta 1937.
En 1929, Le Corbusier, Pierre Jeanneret, y Charlotte Perriand presentaron una “vivienda unitaria” equipada completamente con muebles diseñados por ellos. Sobre un total de 90m2, dos tercios estaban destinados al salón comedor y el resto se reservaba para cocina, baño y dormitorio. El espacio interior estaba estructurado a través de módulos combinados, accesibles por ambos lados, que llegaban hasta media altura de la habitación, desde la cocina hasta el techo.
Combinaron materiales y colores de manera excepcional: cristal verdoso en tableros de mesas y baldosas del suelo, paredes y techos de color marfil. Los asientos combinaban una armadura de acero cromado, frio, con el calor del tapizado en cuero marrón claro o del lino color crudo. Según las distintas finalidades, los “casiers” se dividían en compartimentos mediante estantes intermedios de cristal, madera o metal, y se cerraban o bien con puertas de acero esmaltado o de color blanco, o bien con puertas corredizas de vidrio comprimido.
En 1929, Le Corbusier, Pierre Jeanneret, y Charlotte Perriand presentaron una “vivienda unitaria” equipada completamente con muebles diseñados por ellos. Sobre un total de 90m2, dos tercios estaban destinados al salón comedor y el resto se reservaba para cocina, baño y dormitorio. El espacio interior estaba estructurado a través de módulos combinados, accesibles por ambos lados, que llegaban hasta media altura de la habitación, desde la cocina hasta el techo.
Combinaron materiales y colores de manera excepcional: cristal verdoso en tableros de mesas y baldosas del suelo, paredes y techos de color marfil. Los asientos combinaban una armadura de acero cromado, frio, con el calor del tapizado en cuero marrón claro o del lino color crudo. Según las distintas finalidades, los “casiers” se dividían en compartimentos mediante estantes intermedios de cristal, madera o metal, y se cerraban o bien con puertas de acero esmaltado o de color blanco, o bien con puertas corredizas de vidrio comprimido.

Todo lo anterior se puede apreciar mejor en la representación del mismo realizada por la fundación Louis Vuitton, con la colaboración de Cassina, en la exposición dedicada a Charlotte Perriand, celebrada en 2019.

En 1928, Perriand diseñó tres sillones para el estudio de Le Corbusier, todos ellos con una base de acero tubular cromado
El sillón para conversación B301, “Fauteil à dossier basculante”, ahora comercializado como LC1, pese a lo que pudiera parecer, no es rígido en absoluto. Para garantizar la máxima comodidad y adaptabilidad, se realizaron estudios antropométricos que les ayudaron a escoger los materiales correctos, a darle la inclinación correcta al respaldo y al asiento, y a ubicar los brazos de cuero a la altura más adecuada, de acuerdo con la postura de la espalda y las piernas.
El sillón para conversación B301, “Fauteil à dossier basculante”, ahora comercializado como LC1, pese a lo que pudiera parecer, no es rígido en absoluto. Para garantizar la máxima comodidad y adaptabilidad, se realizaron estudios antropométricos que les ayudaron a escoger los materiales correctos, a darle la inclinación correcta al respaldo y al asiento, y a ubicar los brazos de cuero a la altura más adecuada, de acuerdo con la postura de la espalda y las piernas.


El segundo sillón que diseñó fue el LC2 gran confort, sillón para la relajación. El sillón Grand Confort, “Petite modèle” fue un sillón de una plaza con ancho especial con estructura de tubo de acero, sobre la que se montan unos acolchados y gruesos cojines tapizados en cuero.
Por último, también diseñaría un sillón para dormir, la Chaise Longue B306.2, “Chaise longue à reglage continu”, ahora comercializada bajo el nombre LC4, a la que Corbusier llamaba la “máquina de descansar. Realizada también con tubo de acero, tiene una estructura curvada con un asiento muy cómodo, adaptado a la ergonomía perfecta de la espalda y las piernas. Este modelo de chaise longue basculante nos permite deslizarla sobre la base y colocarla en cualquier posición (más recostado y con las piernas levantadas, o viceversa).

Una de las sillas emblemáticas que diseñó bajo el nombre de Le Corbussier, sería la “Swivel chair” o silla giratoria (LC7). Estos asientos serían producidos en serie por Thonet, y en la actualidad los produce la firma italiana Cassina. Al ser giratorias, son aptas tanto para despacho como para comedor.
Para el diseño del respaldo, Perriand buscaba un sólido cojín cómodo para descansar. Para su diseño se basó en un neumático de automóvil; trató de convencer al fabricante francés Peugeot para que adaptaran el acero tubular usado en sus marcos de bicicleta para poder producir sus muebles, pero no aceptaron, así Perriand se encargó de que fueran fabricadas por Thonet.
Basándose en esta misma forma y morfología diseñarían el taburete giratorio LC8.
Para el diseño del respaldo, Perriand buscaba un sólido cojín cómodo para descansar. Para su diseño se basó en un neumático de automóvil; trató de convencer al fabricante francés Peugeot para que adaptaran el acero tubular usado en sus marcos de bicicleta para poder producir sus muebles, pero no aceptaron, así Perriand se encargó de que fueran fabricadas por Thonet.
Basándose en esta misma forma y morfología diseñarían el taburete giratorio LC8.


Más adelante, Charlotte Perriand trasladó su residencia a Japón y no pudiendo regresar a causa de la Segunda Guerra Mundial se quedó a vivir en Vietnam, pero eso lo dejaremos para otra entrada, ¡que creo que para la primera entrada es ya suficiente información!
ENHORABUENA SI HAS LLEGADO HASTA AQUÍ, quizás seas tan friki como yo 😊
ENHORABUENA SI HAS LLEGADO HASTA AQUÍ, quizás seas tan friki como yo 😊
Chatina.. me vuelves a sorprender!!
Un gusto leerte!
Sigue asi!!!
Adios reina mora!!
muchísimas gracias !!!